Comida en el Hotel Embarcadero de Calahonda celebradael mes de agosto de 2.013.
Sitio encantador en el que nos trataron estupedamente. Seguro que repetimos el año próximo.
Para calmar la sed y apagar el calor comenzamos este agosto tomándonos una cervecita con unas tapitas.
El año es muy largo y ahora aprovechamos estos días para disfrutar y olvidarse un poco del trabajo.